Descripción de la técnica de iontoforesis
La técnica de iontoforesis requiere de cuidados y precauciones para evitar quemaduras y para que realmente sea eficaz sobre los pacientes. Se recomienda ver la introducción y la dosificación.
Material
- Se dispondrá de un estimulador de baja frecuencia o de un galvanizador en corriente galvánica en modo corriente constante (C.C.) con una intensidad máxima de 15 a 25 mA.
- Dos electrodos estándar de goma conductora (uno grande y otro pequeño) con sus correspondientes gamuzas.
- Bandas elásticas para fijar los electrodos a la zona.
- Gasas estériles.
- Disolución del compuesto para aplicar (diluido de acuerdo a lo indicado en cada caso).
- Agua des-mineralizada y libre de otros iones (des-ionizada) para rebajar las disoluciones de los compuestos si fuera necesario.
- Botella de suero fisiológico (para empapar el electrodo indiferente).
- Alcohol y algodón para limpiar la zona del electrodo pequeño (mejor limpiar las zonas de ambos).
Metodología
- Con un trozo de algodón empapado en alcohol se limpia bien la zona a tratar, donde se colocará el electrodo pequeño o activo. Se deja secar y evaporar el alcohol.
- Se toman todas las gasas estériles del paquete (secas y sin haberlas mojado en líquido alguno) y se las empapa con la solución del medicamento (bien empapadas, pero no tanto como para que desprendan gotas sin exprimirlas).
- Se sitúan sobre la zona tratada, se mide la superficie que cubren y se posiciona sobre las gasas el electrodo pequeño (con o sin su gamuza). Fijarse bien en la polaridad que tendrá el electrodo de acuerdo al medicamento.
- Al otro electrodo, bastante mayor, se le empapa su gamuza en suero fisiológico. Se busca una buena posición donde situarlo, lo más enfrentado y próximo al activo. Cuidar que la parte de gamuza entre electrodo y paciente sea lo más abundante y gruesa posible.
- Se fijan ambos electrodos (normalmente en aplicaciones contralaterales) con una o más bandas elásticas cuidando evitar los salientes óseos, los dobleces, las oquedades en el electrodo, las presiones excesivas, en fin, evitar todo aquello que impida un correcto y homogéneo contacto de los electrodos.
- Encender el equipo y con la intensidad a 0 mA, conectar los cables del equipo con ambos electrodos cuidando que se cumpla la polaridad deseada (circunstancia fundamental); (+ rojo) sobre los compuestos (+) y (- negro) sobre los compuestos (-).
- Elevar la intensidad hasta la densidad de energía de 0,1 mA/cm2, es decir, que la indicada por el galvanizador sea el producto de la superficie de las gasas por 0,1.
- Ajustar el tiempo hasta que se considere que se introducirá la cantidad de medicamento pretendido aplicando la Ley de Faraday (ver Dosis en iontoforesis).
- Observar y conversar con el paciente sobre lo que siente y si manifiesta molestias. Si el paciente comenta que no siente nada y pide más intensidad, no elevarla. Si el paciente manifiesta quemazón a punta de dedo, retirar el electrodo y revisar la aplicación (puede existir alguna escarificación de la piel que terminará en quemadura).
- Observar la reacción del organismo y de la piel al retirar la sesión. Según lo observado, tendremos que disminuir la dosis o el tiempo, o quizá, aumentarlos.
Ver un vídeo ejemplo sobre aplicación de iontoforesis con lidocaína:
Iontoforesis con lidocaína
Observaciones
Las primeras sesiones deben ser de tanteo. Se cuidará de que la dosis no supere el valor de 0,1 mA/cm2; si todo va bien, es posible que podamos elevarla hasta 0,2 mA/cm2. El tiempo de la sesión se iniciará con 5 minutos el primer día, 10 minutos el segundo, 15 ó 20 minutos el tercero y se intentará aproximarse al tiempo teórico que nos indica la Ley de Faraday (ver Dosis en iontoforesis).